Estamos viviendo en un mundo en el cual, las prisas, el estrés, las dudas ante la falta de trabajo, y la incertidumbre ante el mañana, nos hace que muchas veces no nos paremos a pensar un poco en los demás. Los mensajes y la información que nos llegan de fuera nos distraen hacia los puntos que nos fijan y, a menudo, no nos paramos a mirar lo que ocurre en nuestro entorno más cercano. Ni siquiera en muchas ocasiones, pensamos en ciertos asuntos de una forma egoísta y mirando a nuestro futuro. Este es el caso del Centro de Día de Medellín, que está ahí, y le miramos tan lejano y como algo que no va con nosotros, que se convierte para muchos en algo que no interesa. Pero la realidad es otra muy diferente.
La dignidad de una persona, es un valor que se debe respetar, y estar muy por encima de muchas cosas. La dignidad se puede perder diferentes motivos, uno de ellos es la vejez, y la vejez es algo que a casi todos nos llega, que incluso para eso hay que tener suerte, pues otros se quedan en el camino.
El Centro de Día de Medellín, cumple varias funciones, entre ellas preservar esa dignidad, y dar el servicio que los mayores por derecho les pertenecen después de una larga vida. Y otra función es dar trabajo a una serie de personas, que en los tiempos que corren, se necesita también para vivir con dignidad.
Las personas mayores exigen un esfuerzo mayor, para entender o llevar a cabo ciertas cosas, que los jóvenes las realizan apenas sin esforzarse. Se vuelven reacios, y desconfiados ante cambios que son beneficiosos para ellos. Esto se acentúa en los pueblos, debido a los prejuicios que existen ante ciertos cambios. Existe una generación, que les cuesta entender ser usuarios de un Centro de Día, que no aceptan fácilmente salir de sus casas, debido a que han vivido otros tiempos muy diferentes a los nuestros. Pero contradictoriamente, están necesitados de unos cuidados especiales, y es preciso que la sociedad les proteja ante la soledad y necesidad en la que viven.
Por parte de los responsables públicos es necesario que se trabaje mucho en este sentido, algo que en Medellín no está ocurriendo, por desgracia. Se debería hacer un trabajo de concienciación, para que nuestros mayores vean que tienen la oportunidad de mejorar su calidad de vida. Para eso el primer paso es mejorar el funcionamiento del Centro de Día y presentarlo como una oportunidad, una ventaja, y una solución a los problemas.
Este edificio se abrió en su fecha, con la intención de ir mejorando el mismo con el paso del tiempo. No es de recibo, que después de los años que han transcurrido desde su apertura, haya ido a menos. Debería de abrirse todos los días del año, poner en funcionamiento el servicio de lavado de ropa para toda la persona que lo demande, así como el servicio de comidas a domicilio, y el traslado con un vehículo de las personas desde sus casas. Todo es posible hacerlo con unos precios razonables, siempre y cuando el Centro esté funcionando a pleno rendimiento. Esto repercutiría positivamente, en puestos de trabajo en la localidad.
Evidentemente todo esto, no está ocurriendo, porque no existe el más mínimo interés por parte de los responsables, que a todas luces es el equipo de gobierno encabezado por su Alcalde. Estos señores no tienen la más mínima idea de lo que cuesta conseguir la construcción de un Centro de Día porque se lo han encontrado hecho, por eso no valoran que Medellín lo tenga, y mucho menos son conscientes y se identifican con estos mayores necesitados de este servicio. No se puede consentir que este Centro se cierre. Si es necesario, se debería traer personas de otras localidades, igual que ahora van de Medellín a otros Centros.
Ante la panorámica de nuestro Centro de Día, nos resulta indignante la dejadez que existe por parte del Sr. Alcalde. En los años que lleva en el Ayuntamiento, no se ha preocupado lo más mínimo ni por el funcionamiento del Centro, ni mucho menos ha trabajado para conseguir que se construyeran habitaciones, como teníamos previsto los Socialistas. Los terrenos están ahí. ¿Qué nos tendrán que decir los concejales de la Agrupación de Vecinos que apoyan al Sr. Alcalde en el Pleno del Ayuntamiento? ¿Se identifican con su mala gestión? De antemano y ante posible contestación, la crisis no nos vale, no es justificable.
Con este artículo, nos queremos hacer eco de las voces minoritarias que claman para que el Centro de Día mejore en su funcionamiento se mantengan y se amplíen servicios, en beneficio de las personas mayores que quieren seguir viviendo y quieren pasar sus últimos años en nuestro pueblo.
NO HACE FALTA ESFORZARSE MUCHO, PARA COMPROBAR QUE ESTAMOS RETROCEDIENDO A PASOS AGIGANTADOS. EL CENTRO DE DÍA NO ES UN LUJO, ES UNA NECESIDAD AL ALCANCE DE MUY POCOS PUEBLOS Y, POR ELLO, HAY QUE PRESERVARLO.
